En mayo de 2022, Laura Bonilla Reyes se convirtió en la primera mujer en presidir la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias (CANAINCA), cuya dirigencia recibió por parte de Alejandro Malagón Barragán, hombre aguerrido y negociador que supo posicionar al sector y lo mantuvo a flote durante la crisis sanitaria por COVID-19.
A partir de esa fecha, la actual presidenta de CANAINCA ha buscado dar continuidad a lo ya logrado, al mismo tiempo que enfrenta los nuevos retos en la industria de conservas alimenticias.
Laura Bonilla Reyes comenzó su carrera en 1982 y, desde entonces, ha sido pionera en el desarrollo y la participación femenina en el ámbito empresarial; entre sus logros más sobresalientes, destaca el haber encabezado la presidencia de tres cámaras industriales. Desde hace 15 años es miembro activo de CANAINCA, periodo en el que se ha nutrido del conocimiento de grandes líderes de la industria y de una amplia experiencia, la cual le ha servido de impulso e inspiración a otras mujeres en el camino de la inclusión y la equidad, encontrando un balance en el que ambos géneros se complementan y tienen las mismas oportunidades.
Actualmente, CANAINCA vive momentos de cambio y actualización, el panorama económico que enfrenta la industria de alimentos en conserva está enmarcado por el acelerado incremento de los precios de energéticos y una mayor demanda de bienes y servicios, no obstante, el valor de la producción ha crecido mostrando un desempeño positivo.
Los retos postpandemia de las empresas socias son: mantener el crecimiento por arriba del 8%, superar el desabasto y el encarecimiento de materias primas y, hacer frente a la inflación y la crisis económica.
El sector tiene a favor que 90% de las materias primas que utiliza provienen del campo y el mar mexicano, por lo que la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente a través de la regeneración de la tierra, la reducción de la huella hídrica y el respeto a las vedas pesqueras, son otras de las prioridades para los siguientes años.
En cuanto a la mejora regulatoria y las diversas Normas Oficiales Mexicanas que rigen la industria de conservas alimenticias, Laura Bonilla Reyes ha manifestado que el principal desafío es estar en la mesa de análisis y debate. Es indispensable que la autoridad se abra al diálogo con los involucrados, estar presentes en las negociaciones y que se tenga la oportunidad de comprender que el sector de alimentos quiere ofrecer mejores productos a consumidores bien informados.
Las empresas que conforman la Cámara de la Industria de Conservas Alimenticias están abiertas a este diálogo, y son conscientes de la importancia de estar representadas y de la necesidad de trabajar de la mano con las autoridades.
En cada oportunidad expresan que no se puede estar a favor de la satanización de ningún alimento y que las decisiones que se toman no pueden ser unilaterales, sin bases de carácter científico y sin considerar el impacto económico que implican.
A nivel interno, Laura Bonilla Reyes tiene en CANAINCA un gran equipo de trabajo, encabezado por su director general, Jonás Murillo; el espíritu de colaboración y servicio está presente en cada una de las áreas, las cuales comparten los objetivos de representar y mantener informadas a las empresas, propiciar mayores oportunidades de negocios e impulsar las condiciones del mercado mexicano para todas sus afiliadas.
Un cambio en nuestro enfoque acerca del nearshoring
Ing. Salvador Portillo
presidente de la Comisión de Nearshoring en CONCAMIN, Presidente de CANAME
En un contexto global donde la única constante ha sido el cambio, estamos ante un concepto de relocalización distinto al que habíamos visualizado hace unos meses. A principios de 2024 esperábamos que el efecto “nearshoring” trajera consigo una fuerte ola de nuevas inversiones extranjeras, con una notable concentración de capitales asiáticos.
A junio de 2024, México ha recibido 31,096 millones de dólares en IED, una cifra cercana a los 36,282 millones obtenidos en todo 2023. Sin embargo, el panorama cambia cuando se analiza la proporción de nuevas inversiones, ya que en 2024 estas suman apenas 909 millones de dólares, en contraste con los 5,023 millones del año anterior. Aunque para ambos ejercicios la mayoría de la IED proviene de reinversiones, parte de este capital puede estar ligado a la expansión de procesos productivos que, de no ser por la tendencia de la relocalización, podrían haberse trasladado a otros países.
Lejos de ser una señal negativa, las proyecciones de la Secretaría de Economía para 2024 anticipan una inversión extranjera directa superior a los 45 mil millones de dólares, lo que refleja un escenario optimista pero factible, y que representa una opción clara para impulsar el crecimiento y consolidar la confianza de los inversionistas en México como un destino competitivo y atractivo.
Los resultados son tangibles y latentes hoy en día. En 2023, México logró desbancar a China como el principal proveedor de bienes de Estados Unidos, poniendo fin a 16 años de liderazgo chino. Las exportaciones mexicanas a Estados Unidos crecieron 4.6% en 2023, alcanzando un valor récord de 475,607 millones de dólares, mientras que las importaciones estadounidenses originarias de China se redujeron significativamente, cayendo 20.3%
Este fenómeno ha consolidado a México como el mayor socio comercial de Estados Unidos, con 15.4% de participación en las importaciones totales de ese país, comparado con 13.9% de China.
Con este breve análisis, considero que es nuestro deber hacer una reflexión importante: los inversionistas y empresarios que ya tienen operaciones en nuestro país continúan confiando en su potencial; asimismo, tenemos un área de oportunidad aún por impulsar y es la de poder traer esos capitales y tecnologías asiáticas a México.
Así, nuestros esfuerzos de política industrial deben dirigirse en dos sentidos prioritarios:
Proteger el mercado mexicano y fomentar la integración de nuestros industriales en las cadenas globales de valor, sin hacer distinción del origen de su capital.
Buscar acercamientos con inversionistas extranjeros con la capacidad de migrar procesos productivos de alto valor, como la industria eléctrica, automotriz (incluida la electromovilidad), de dispositivos médicos, de semiconductores, entre otras.
Con estos dos objetivos en mente, podemos afrontar el reto, y hacer que las cifras históricas de IED se reflejen en resultados igualmente históricos de crecimiento económico.
Oportunidades de la relocalización para 2030
Algunas de las oportunidades que hemos analizado y que pueden materializarse si aprovechamos de manera correcta la tendencia de la relocalización son:
1.5% – 2.5% de incremento adicional anual del PIB.
15% – 30% de aumento en la productividad del país.
Registro de 60 a 70 mil millones de dólares de Inversión Extranjera Directa por nuevas empresas que se relocalizan en el país.
Generación de 300 mil empleos de forma anual.
400 mil millones de dólares en exportaciones adicionales de manera anual (en la actualidad exportamos alrededor de 600 mil millones de dólares al año).
5% de incremento anual en las exportaciones manufactureras.
10 Retos de la relocalización en México
Un sector eléctrico robusto: la clave para el crecimiento
El sector eléctrico es uno de los pilares esenciales de la economía, y el futuro de la industria mexicana radica en su confiabilidad y resiliencia. Su importancia se debe no sólo por su contribución directa a la economía, sino también por su papel clave para sostener la producción a nivel nacional y el desarrollo de nuevas opciones de inversión.
La energía eléctrica se ha convertido en el mayor de los retos por sortear y me permito reiterar que no es un desafío menor: se requieren al menos 3,750 millones de dólares de inversión para satisfacer la demanda eléctrica necesaria para crecer 1% del PIB nacional.
Para maximizar estas oportunidades, es necesario ampliar y mejorar la infraestructura eléctrica, en particular, la Red Nacional de Transmisión y las Redes Generales de Distribución, ya que existen regiones que aún no están preparadas para soportar la creciente demanda de energía, como la zona del bajío o el noroeste del país.
México necesita garantizar un suministro eléctrico que sea suficiente, asequible, competitivo, sostenible y de alta calidad para atender los requerimientos de la industria y el consumo general.
El papel del gobierno y la industria
El gobierno mexicano y el sector privado deben trabajar en conjunto para crear un ambiente propicio que permita aprovechar el potencial de la relocalización. En este sentido el plan sigue siendo el mismo: un plan nacional de relocalización elaborado en colaboración gobierno-industria-academia; asociaciones público-privadas para hacer atender las necesidades de infraestructura, e incentivos fiscales para las regiones con mayores retos para su crecimiento. Estas son algunas de las acciones necesarias para consolidar a México como un destino atractivo para la inversión.
En conclusión, la relocalización sigue siendo una estrategia clave para el desarrollo económico de México, pero su éxito dependerá de nuestra capacidad para adaptarnos y aprovechar las oportunidades que presenta. Si bien las cifras de nuevas inversiones no han alcanzado el nivel esperado, es evidente que la confianza de los inversionistas ya establecidos en México sigue siendo sólida. Esta confianza es un testimonio de las ventajas competitivas que ofrece nuestro país, especialmente en sectores clave como el automotriz.