Entrevista con el Ing. Salvador Portillo, presidente de la Comisión deNearshoring de la CONCAMIN
Ing. Portillo, ¿cuál será el punto medular del plan de trabajo de la comisión?
El objetivo de la Comisión de Relocalización de la CONCAMIN es impulsar un enfoque estratégico y coordinado entre los actores de la industria mexicana para capitalizar las ventajas que ofrece esta tendencia.
Nos centraremos en las acciones transversales que se requieren en todo el aparato productivo para encontrar soluciones a retos importantes que se presentan, además en iniciativas concretas de sectores específicos, que vemos como la punta de lanza para la relocalización.
Así pues, buscamos la creación de un ambiente propicio para que México aproveche al máximo de la relocalización, lo que implica atraer inversiones, desarrollar talento local, promover clústeres industriales, consolidar la cadena de suministro, fomentar la sostenibilidad, entre otros trabajos; todo ello en estrecha colaboración con el gobierno y con una visión a largo plazo para el crecimiento del país.
¿Cuáles considera que son los beneficios del nearshoring para México?
Aunque el término no es algo nuevo, hoy en día representa un gran cambio en el paradigma de los mercados internacionales que, en nuestro caso, consiste en el fortalecimiento de la región de Norteamérica. Como resultado, nuestro país está asumiendo un rol protagónico.
Algunos de los puntos que podemos resaltar como beneficios inminentes son:
La generación de empleo, ya que en la mayor parte de los escenarios se abrirá la contratación para trabajadores locales.
El crecimiento económico, debido a que la relocalización produce inversión en infraestructura, tecnología y capacidades locales.
El desarrollo de habilidades y talento, por la demanda de trabajadores calificados, lo que implica la colaboración con instituciones educativas, lo que a su vez provoca mejoras en la educación.
El aumento de la inversión extranjera, con lo cual México se convierte en un destino más atractivo para las empresas que quieran relocalizarse.
El impulso de la capacidad productiva y la mejora en la cadena de suministro, hacen que nuestro país se blinde ante los riesgos externos.
Estos son algunos de los beneficios que visualizamos de manera general, pero como comenté, trabajamos en una matriz de oportunidad para los sectores más relevantes para la relocalización, esto de acuerdo con las perspectivas de inversión anunciadas por Estados Unidos, nuestro principal socio comercial.
Así, vemos oportunidades inmediatas en:
Semiconductores – circuitos impresos.
Energía / electricidad.
Electromovilidad.
Dispositivos médicos.
Al poner nuestra atención en sectores estratégicos como la manufactura avanzada y de alta tecnología, se establece una base sólida que no sólo impulsa el crecimiento económico de estas industrias, sino que también crea un efecto multiplicador.
Estos sectores actúan como motores de innovación, empleo y desarrollo de habilidades, con lo que se genera un ambiente de negocios que atrae inversiones adicionales. A medida que estas industrias se fortalecen, se abren posibilidades para la diversificación económica y el surgimiento de otras ramas, creando un ecosistema empresarial robusto que potencia la competitividad global de nuestro país.
¿México tiene condiciones para que se establezcan empresas extranjeras?
México se percibe como un destino atractivo para que se establezcan empresas extranjeras. El principal y más evidente es su ubicación geográfica, pero también cabe destacar que llevamos casi tres décadas estrechando la relación comercial con Estados Unidos y Canadá.
Además, el intercambio de mercancías con la región de América del Norte mantiene un crecimiento constante. Por ejemplo, las importaciones estadounidenses durante el primer semestre de 2023 suman más de 240 mil millones de dólares, lo que representa 5.2% más en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Para el caso de Canadá, pese a que las cifras son menores, son muy relevantes en valor, pues de enero a junio de 2023 exportamos más de ocho mil millones de dólares, 6.2% más que en 2022.
Lo anterior nos pone en una situación altamente competitiva que hemos capitalizado por años, pero ¿qué ha cambiado?
De acuerdo con información del Observatorio de Complejidad Económica, en mayo de 2023 hubo una disminución en las importaciones de Estados Unidos, las cuales se explican debido al decrecimiento en las importaciones provenientes de China (-$7.97 miles de millones de dólares o -18.2%), de Canadá (-$3.62 miles de millones de dólares o -8.95%), y de Vietnam (-$2.65 miles de millones de dólares o -22.4%).
Esta tendencia refleja un área de oportunidad que se presenta para nuestro país que consiste en maximizar nuestras ventajas competitivas frente a los mercados asiáticos.
Parte de lo anterior lo explica Celso Garrido en un estudio publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, titulado México en la fábrica de América del Norte y el nearshoring, en el que define algunos conceptos como factores de integración de México en las cadenas globales y de donde me permito resumir e interpretar las siguientes ideas:
La relación económica de México con Estados Unidos.
Las maquiladoras de México y la configuración de las cadenas globales de producción y de logística.
Las negociaciones y acuerdos entre actores públicos y privados, gobernanza institucional – Environmental Social Governance (ESG).
Tratados comerciales como el T-MEC, entre México, Estados Unidos y Canadá que brindan beneficios comerciales y fiscales a las empresas que operan en el país y facilitan la exportación de productos que garanticen la competitividad y calidad.
¿Implica competencia para la industria mexicana?
Vivimos en una economía global y siempre existirá la competencia. Si bien el nearshoring no será la excepción, valoremos mejor las grandes posibilidades para la transferencia de conocimiento y el desarrollo conjunto de capacidades, lo que a mediano plazo podría traer mejoras a las empresas mexicanas.
La clave para concretar un impacto conveniente para la industria radica en la adaptación, la innovación y la colaboración tanto de las empresas mexicanas como del gobierno para tener un ambiente de negocios competitivo, en condiciones de piso parejo.
¿Cómo participa el sector industrial en esta modalidad?
Desempeña un papel esencial en la relocalización, pues se trata justo de las empresas que quieren migrar sus procesos productivos.
Además, la industria lidera la creación de estrategias y líneas de acción específicas para el aprovechamiento de la relocalización en beneficio del país. Un punto clave es fortalecer las cadenas de suministro ya que buscamos lograr ese efecto multiplicador en la economía nacional.
Para ello, nos basamos en la promoción del comercio legal mediante el desarrollo y aplicación de estándares y normas, para que el crecimiento de la industria se dé a la par de un aumento en calidad, eficiencia y seguridad, entre otras condiciones que exige el mercado nacional e internacional.
¿Cuál es la expectativa de generación de empleos en nuestro país con el nearshoring?
Existen diversas fuentes y estimaciones al respecto. Se espera la generación de entre dos y cuatro millones de empleos adicionales en México para 2030. (Fuente: Manpower Group para México, Caribe y Centroamérica).
¿Se requerirán nuevas competencias laborales con el establecimiento de empresas en nuestro país?
Por supuesto. A medida que las empresas extranjeras se instalan en el país, introducen tecnologías avanzadas, adoptan prácticas empresariales modernas y necesitan aumentar su eficiencia, por lo que es probable que exista la demanda de habilidades y conocimientos.
De la misma forma, no olvidemos que hay compromisos internacionales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que van a necesitar expertos en materias que antes eran poco exploradas, y que en la actualidad se convierten en una prioridad, como son las acciones para contrarrestar el cambio climático, el acceso a conectividad y energía asequible, etcétera.
¿Sabe de empresas que estén interesadas en instalarse en México?
De acuerdo con la Secretaría de Economía, hay más de 400 empresas extranjeras interesadas en colocar sus centros de fabricación o ampliar sus inversiones en nuestro país.
Hemos tenido la oportunidad de participar en mesas de trabajo en las que recibimos a empresarios y enviados comerciales de Taiwán, lo que refleja un amplio interés en la relocalización de sus procesos productivos, y el encadenamiento que pueda darse en la región de América del Norte. En este mismo caso hay varias empresas de origen chino.
Ing. Portillo, ¿cómo ve a México en 10 años con respecto al nearshoring?
Si continuamos atrayendo inversiones de empresas extranjeras, es probable que en los próximos años nuestro país tenga un panorama económico y tecnológico muy favorable.
Dichas inversiones favorecerían el crecimiento económico, al crear más empleos y oportunidades para la sociedad mexicana, además de incentivar la innovación tecnológica, así como las condiciones sociales de las personas.
También podríamos hablar de una mejora evidente en la infraestructura de telecomunicaciones, de vialidades que faciliten la transportación de productos y, por supuesto, una mejora en la capacidad de abastecimiento de energía eléctrica, la cual es clave para el funcionamiento de cualquier sociedad.
¿Qué tiene que hacer el gobierno para motivar la relocalización?
En primer lugar, una interlocución con el sector productivo para trabajar en conjunto hacía el objetivo de llevar a nuestro país al desarrollo industrial y económico.
Como segundo punto, dentro de la comisión proponemos trabajar en los sectores que provocarán un efecto multiplicador, tomando en cuenta los siguientes aspectos:
Infraestructura, por mencionar un ejemplo, desde el sector de la industria eléctrica que represento como presidente de la Cámara Nacional de Manufacturas Eléctricas (CANAME), donde se precisa de un plan de modernización de las líneas de transmisión.
El proyecto recién presentado por la Comisión Federal de Electricidad: 359 SLT solución congestión de enlaces transmisión Gerencia de Control Regional Noroeste Occidente Norte (I20-SIN1) Fase 1 y Fase 2, es una acción clave que aumentará su capacidad de conducción de energía ya que en estos momentos no hay condiciones para llevar energía suficiente a los puntos donde se requiere.
El objetivo es desarrollar infraestructura eléctrica que va desde Sonora a Nayarit, incluyendo las líneas que partirán del Plan Sonora-Puerto Peñasco; se efectuarán obras para la construcción de 12 subestaciones y cuatro líneas de transmisión.
Fase 1. Consta de la instalación de cuatro equipos dinámicos de última generación de potencia reactiva mejor conocidos como STATCOMs.
Fase 2. Contempla la instalación de 766 kilómetros de líneas de transmisión con tensión de 400 kV, la cual pasará por los estados de Sonora, Sinaloa y Nayarit, así como ocho alimentadores en 400 kV y tres bancos de reactores con capacidad de 2450 MVAr.
Fortalecimiento de la cadena de valor y desarrollo de proveedores nacionales para incrementar la integración nacional.
Puertos y aduanas bien capacitadas y eficientes, además de un programa de verificación y vigilancia de mercado.
Regulación a través del cumplimiento de normas y estándares nacionales.
Incentivos a las empresas que decidan establecerse e invertir en nuestro país, además de ofrecer facilidades regulatorias; agilizar los procesos para que las empresas puedan iniciar operaciones en México.
Estado de derecho y seguridad en carreteras y, en general, en todo el país.
Una mayor inversión en educación. Contar con talento humano que cubra los requerimientos del campo laboral. La colaboración con las empresas y los centros educativos y de investigación ayudará a la innovación y el desarrollo tecnológico.
Es importante mencionar que hace poco, en CANAME, lanzamos el Diplomado Movilidad Eléctrica 360 con la participación de expertos y de actores clave que en la actualidad toman decisiones en este rubro.
Promover los acuerdos comerciales y las alianzas que permitan a las empresas establecidas tener acceso a mercados internacionales.
La Comisión de Relocalización de la CONCAMIN enfrenta un paradigma de comercio diferente, lo que obliga a pensar en estrategias integrales e innovadoras para alcanzar el objetivo de fortalecer la economía en beneficio de todos los sectores productivos y, en consecuencia, de la sociedad mexicana.
Es por ello que necesitamos la intervención de los líderes industriales destacados y especializados en diversos campos y áreas de oportunidad, para abordar de manera global los desafíos relacionados con la relocalización, por ello, dentro de la comisión integramos 10 mesas de trabajo:
Aduanas – Guillermo Miller.
Agua – Ramón Guerra.
Cadena de suministro – Judith Garza.
Electromovilidad – José Zozaya.
Energía – Régulo Salinas.
Infraestructura – Francisco Solares.
Manufactura – Javier Altamirano.
Seguridad y estado de derecho – Elim Luviano.
Talento humano – Rafael Zaga.
Transporte – Felipe de Javier Peña.
Por último, me gustaría reiterar que fortalecer la industria mexicana implica robustecer la cadena de valor, lo que significa mejorar la eficiencia y la calidad en cada etapa de producción, desde la adquisición de materias primas hasta la entrega de productos terminados. Además, fomentar el contenido regional es crucial para reducir la dependencia de insumos importados y alentar la producción nacional, lo que contribuye a la creación de empleo y al crecimiento económico sostenible. Todo ello basado en un marco normativo sólido para impulsar la competencia y el crecimiento de las empresas.
Dentro de este enfoque, no pierdo de vista el lema promovido por el presidente de nuestra Confederación, José Abugaber, #TodosSomosMexico.
Un cambio en nuestro enfoque acerca del nearshoring
Ing. Salvador Portillo
presidente de la Comisión de Nearshoring en CONCAMIN, Presidente de CANAME
En un contexto global donde la única constante ha sido el cambio, estamos ante un concepto de relocalización distinto al que habíamos visualizado hace unos meses. A principios de 2024 esperábamos que el efecto “nearshoring” trajera consigo una fuerte ola de nuevas inversiones extranjeras, con una notable concentración de capitales asiáticos.
A junio de 2024, México ha recibido 31,096 millones de dólares en IED, una cifra cercana a los 36,282 millones obtenidos en todo 2023. Sin embargo, el panorama cambia cuando se analiza la proporción de nuevas inversiones, ya que en 2024 estas suman apenas 909 millones de dólares, en contraste con los 5,023 millones del año anterior. Aunque para ambos ejercicios la mayoría de la IED proviene de reinversiones, parte de este capital puede estar ligado a la expansión de procesos productivos que, de no ser por la tendencia de la relocalización, podrían haberse trasladado a otros países.
Lejos de ser una señal negativa, las proyecciones de la Secretaría de Economía para 2024 anticipan una inversión extranjera directa superior a los 45 mil millones de dólares, lo que refleja un escenario optimista pero factible, y que representa una opción clara para impulsar el crecimiento y consolidar la confianza de los inversionistas en México como un destino competitivo y atractivo.
Los resultados son tangibles y latentes hoy en día. En 2023, México logró desbancar a China como el principal proveedor de bienes de Estados Unidos, poniendo fin a 16 años de liderazgo chino. Las exportaciones mexicanas a Estados Unidos crecieron 4.6% en 2023, alcanzando un valor récord de 475,607 millones de dólares, mientras que las importaciones estadounidenses originarias de China se redujeron significativamente, cayendo 20.3%
Este fenómeno ha consolidado a México como el mayor socio comercial de Estados Unidos, con 15.4% de participación en las importaciones totales de ese país, comparado con 13.9% de China.
Con este breve análisis, considero que es nuestro deber hacer una reflexión importante: los inversionistas y empresarios que ya tienen operaciones en nuestro país continúan confiando en su potencial; asimismo, tenemos un área de oportunidad aún por impulsar y es la de poder traer esos capitales y tecnologías asiáticas a México.
Así, nuestros esfuerzos de política industrial deben dirigirse en dos sentidos prioritarios:
Proteger el mercado mexicano y fomentar la integración de nuestros industriales en las cadenas globales de valor, sin hacer distinción del origen de su capital.
Buscar acercamientos con inversionistas extranjeros con la capacidad de migrar procesos productivos de alto valor, como la industria eléctrica, automotriz (incluida la electromovilidad), de dispositivos médicos, de semiconductores, entre otras.
Con estos dos objetivos en mente, podemos afrontar el reto, y hacer que las cifras históricas de IED se reflejen en resultados igualmente históricos de crecimiento económico.
Oportunidades de la relocalización para 2030
Algunas de las oportunidades que hemos analizado y que pueden materializarse si aprovechamos de manera correcta la tendencia de la relocalización son:
1.5% – 2.5% de incremento adicional anual del PIB.
15% – 30% de aumento en la productividad del país.
Registro de 60 a 70 mil millones de dólares de Inversión Extranjera Directa por nuevas empresas que se relocalizan en el país.
Generación de 300 mil empleos de forma anual.
400 mil millones de dólares en exportaciones adicionales de manera anual (en la actualidad exportamos alrededor de 600 mil millones de dólares al año).
5% de incremento anual en las exportaciones manufactureras.
10 Retos de la relocalización en México
Un sector eléctrico robusto: la clave para el crecimiento
El sector eléctrico es uno de los pilares esenciales de la economía, y el futuro de la industria mexicana radica en su confiabilidad y resiliencia. Su importancia se debe no sólo por su contribución directa a la economía, sino también por su papel clave para sostener la producción a nivel nacional y el desarrollo de nuevas opciones de inversión.
La energía eléctrica se ha convertido en el mayor de los retos por sortear y me permito reiterar que no es un desafío menor: se requieren al menos 3,750 millones de dólares de inversión para satisfacer la demanda eléctrica necesaria para crecer 1% del PIB nacional.
Para maximizar estas oportunidades, es necesario ampliar y mejorar la infraestructura eléctrica, en particular, la Red Nacional de Transmisión y las Redes Generales de Distribución, ya que existen regiones que aún no están preparadas para soportar la creciente demanda de energía, como la zona del bajío o el noroeste del país.
México necesita garantizar un suministro eléctrico que sea suficiente, asequible, competitivo, sostenible y de alta calidad para atender los requerimientos de la industria y el consumo general.
El papel del gobierno y la industria
El gobierno mexicano y el sector privado deben trabajar en conjunto para crear un ambiente propicio que permita aprovechar el potencial de la relocalización. En este sentido el plan sigue siendo el mismo: un plan nacional de relocalización elaborado en colaboración gobierno-industria-academia; asociaciones público-privadas para hacer atender las necesidades de infraestructura, e incentivos fiscales para las regiones con mayores retos para su crecimiento. Estas son algunas de las acciones necesarias para consolidar a México como un destino atractivo para la inversión.
En conclusión, la relocalización sigue siendo una estrategia clave para el desarrollo económico de México, pero su éxito dependerá de nuestra capacidad para adaptarnos y aprovechar las oportunidades que presenta. Si bien las cifras de nuevas inversiones no han alcanzado el nivel esperado, es evidente que la confianza de los inversionistas ya establecidos en México sigue siendo sólida. Esta confianza es un testimonio de las ventajas competitivas que ofrece nuestro país, especialmente en sectores clave como el automotriz.